Todas las mujeres compartimos la magia de ciclar. Ser cíclicas significa que tanto nuestro cuerpo físico, mental y emocional se rigen por un ciclo de aproximadamente 28 días que está compuesto por 4 fases.
Cada fase de nuestro ciclo menstrual propone cambios hormonales, emocionales y mentales. Conocer cómo funciona nuestro cuerpo en cada fase es indispensable para comenzar a descubrirnos a nosotras mismas y de esta manera, empezar a vivir en sintonía con nuestra ciclicidad.
Entendernos como personas cíclicas implica comprender y aceptar que no podemos mantener nuestra energía, emociones, pensamientos y personalidad de la misma forma durante todo el mes. Significa que no estás mal por no poder seguir la linealidad que la sociedad te exige, que no estás mal por tener cambios de ánimo a lo largo de tu ciclo ni por necesitar días de mucha socialización y otros de extrema soledad..
Es muy importante aprender a observar qué energía tenemos disponible en cada fase de nuestro ciclo para poder comenzar a escucharla y utilizarla a nuestro favor. Muchas veces uno planifica desde la mente sin tener en cuenta si nuestro cuerpo tendrá la energía disponible para realizar esos planes. Por eso, es fundamental que podamos alinear nuestras actividades a nuestra naturaleza cíclica para poder vivir en armonía con nuestro cuerpo/mente/espíritu.
Somos 4 mujeres en 1. Y no darle el espacio que necesita a cada una de ellas hace que se produzcan diferentes desequilibrios a nivel hormonal, corporal, mental y energético lo que puede producir dolores menstruales, amenorrea, estrés, cansancio, falta de pasión, descontento, entre muchos otros síntomas…
Si estás lista para comenzar a reconectar con tu Ciclicidad Femenina, te espero en la sesión.
¡Sos bienvenida!
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